La falta de uno o más de los 13 elementos esenciales que necesita toda planta provocará síntomas en hojas: más pequeñas, descoloridas o
amarillentas.
Por este motivo se altera la eficiencia fotosintética de las hojas, repercutiendo en efectos negativos para el árbol y haciéndolo más
propensa a enfermedades al estar más debilitado.
Los métodos más frecuentes para detectar la carencia de algún nutriente mineral son, el análisis foliar y el análisis de tierra o suelo agrícola.
Hay que tener en cuenta que los análisis foliares no tienen efectividad para determinar el nivel de hierro, ya que la carencia de este
nutriente suele deberse al terreno, y puede ser que se encuentre en buen nivel pero inmovilizado, con lo que no se absorbe de forma correcta.
También podemos hacer un examen visual para determinar las carencias: